La Ministra Anielle Franco y el Presidente Lula, durante la toma de posesión el 1 de enero de 2023. Imagen: Ricardo Stuckert/PL

"Las políticas que comenzaron en 2003 deben persistir durante mucho más tiempo, porque, sin duda, 20 años no fueron suficientes para cambiar estructuras tan profundas y arraigadas. El compromiso del gobierno de Lula con la promoción de la igualdad racial, demostrado a través del ministerio, debe ser abrazado y defendido por la población brasileña en su conjunto", concluye Eugênio.

En el análisis comparativo entre los escenarios de 2003 y 2024, la secretaria también evalúa que las comprensiones sobre cómo se manifiesta el racismo de manera directa e indirecta han cambiado. Hoy en día, no solo se habla de la discriminación racial a través de acciones, sino también de las omisiones, lo que obliga al gobierno a tener compromisos políticos que cambien efectivamente las condiciones de vida de la población negra.

Para hacer frente al racismo en la istración pública federal, se instituyó el decreto 11.443, que obliga al menos el 30% de personas negras en los cargos de libre nombramiento y libre destitución. "Esto representa un avance de casi un siglo, una política pública innovadora, que solo fue posible porque el trabajo realizado entre 2003 y 2016 fue muy exitoso", destaca Eugênio.

Metas para 2024

Según la secretaria ejecutiva del MIR, el primer año del ministerio cumplió el objetivo de "poner en orden la casa", reorganizando lo que será la base para avanzar en la política de igualdad racial en Brasil en los próximos años.

Para 2024, la principal meta es la efectivización del Plan Juventud Negra Viva, que prevé una actuación interministerial para reducir las vulnerabilidades que afectan a los jóvenes negros. A partir de un proceso participativo, el plan fue construido escuchando a aproximadamente 6 mil jóvenes negros durante las caravanas que recorrieron los 26 estados brasileños, además del Distrito Federal.

"Lanzamos el año pasado un grupo de trabajo que involucró a 18 ministerios. Recorrimos todo el país en las caravanas de Juventud Negra Viva, escuchando a la juventud negra de Brasil mientras estructurábamos este programa. La expectativa ahora es efectivizar el plan en marzo", adelanta.

También dentro del plan del ministerio para 2024 se encuentra la realización de la Conferencia Nacional de Promoción de la Igualdad Racial (Conapir), un espacio de debate central y estratégico para trazar metas para los próximos años en relación con las políticas públicas de igualdad racial. "Brasil lleva seis años sin realizar la conferencia y nuestro equipo y los propios consejeros ya están comprometidos con la misión de llevar a cabo la conferencia en noviembre", dice.

Entre los desafíos del año, la secretaria recuerda que 2024 estará marcado por las elecciones municipales, lo que podría afectar las relaciones con el Congreso y la aprobación de medidas importantes para el ministerio. A pesar de ello, el sentimiento es de esperanza y la expectativa es profundizar las condiciones materiales para la producción de dignidad para la población negra a partir del gobierno federal, dice Roberta.

"Veo con mucho orgullo lo que hemos logrado hasta ahora y también con mucha esperanza lo que está por venir. Aunque el contexto político en general no sea completamente favorable para la población negra, hoy tenemos herramientas que no teníamos hace años para avanzar en las políticas", concluye.

Para las comunidades quilombolas, el desafío es hacer que las mejoras lleguen a las comunidades.

La Coordinación Nacional de Articulación de Quilombos (Conaq) es una de las organizaciones que integran el Consejo Nacional de Promoción de la Igualdad Racial (Cnpir) y ha participado activamente en las discusiones sobre los derechos quilombolas en el ámbito del gobierno federal, como el programa Aquilomba Brasil.

La coordinadora ejecutiva de Conaq, Galiza Guerreira, destaca la construcción de la Política Nacional de Gestión Territorial y Ambiental Quilombola (Pgtaq) como una política innovadora para la población quilombola. Según ella, la nueva estructura del MIR, con una secretaría dedicada a la población quilombola, debe ser fortalecida, pero es necesario garantizar que los recursos lleguen a las comunidades.

"Tomamos como ejemplo el Brasil Quilombola, que tenía recursos propios para la cuestión quilombola, pero había una gran dificultad burocrática para que estos recursos llegarán a la comunidad. En las reuniones, evaluamos que solo se gastaba el 30% de lo presupuestado para la política quilombola. Ahora, con el Aquilomba Brasil, debemos trabajar para que estos recursos puedan llegar a quienes realmente los necesitan".

Publicado originalmente en: almapreta.com.br

Este es un contenido original realizado por nuestra redacción. Sabemos que valorás la información rigurosa, con una mirada que va más allá de los datos y del bombardeo cotidiano.

Hace 38 años Página|12 asumió un compromiso con el periodismo, lo sostiene y cuenta con vos para renovarlo cada día.

Unite a Página|12
Icono de carga
Tu navegador tiene deshabilitado el uso de Cookies. Algunas funcionalidades de Página/12 necesitan que lo habilites para funcionar. Si no sabés como hacerlo hacé CLICK AQUÍ