“Para mí la antesala de Tecnotango es Aporía, una obra que hicimos con Gero Dorkas donde ya había un DJ en escena que loopeaba un fragmento de un tango y le ponía un bombo en negras a un fragmento de ‘Toda mi vida’”, recuerda. “Me acuerdo que ahí ya en el vestuario empecé a ponerle tecno al tango, y algo interesante que me pasó con eso es que la estética raver me reconectó con el tango. Yo nunca me sentí cómoda con las pilchas tangueras tradicionales, y poder llevar la estética de la noche raver al tango me resultó súper interesante”.

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