Identificar al monstruo está bien, es importante, sostuvo el periodista y conductor de La Mañana, Víctor Hugo Morales, durante su editorial de este jueves al hablar sobre el rol de los medios concentrados de comunicación en la persecución jurídica y mediática a Cristina Kirchner. Sin embargo, en el mismo mensaje cuestionó el ataque de ciertos militantes a las intalaciones del canal de noticias TN y aseguró que el peronismo no debe “jugar para su victimización”.

El editorial de Víctor Hugo Morales

El recorrido de los jueces invalida el fallo, y eso no puede escapar a ninguna buena conciencia. Se puede discutir si es inocente o culpable, según las percepciones que cada cual tiene. Pero no hay una cuestión opinable en señalar que los jueces, desde el principio, fueron puestos por Macri y sostenidos por Magnetto.

  • Ercolini iba con la gente de Magnetto a Lago Escondido para preparar la acusación final.
  • Bruglia fue designado por Macri.
  • Borinski, nombrado sin concurso por Macri.
  • Hornos visitó 16 veces a Macri, siempre cuando se discutía sobre la causa.
  • El fiscal Mario Villar visitó a Macri seis veces.
  • Rodrigo Giménez Uriburu jugaba al fútbol en la quinta de Macri.
  • El fiscal Diego Luciani también jugaba en la quinta de Macri.
  • Horacio Rosatti, juez de la Corte, fue designado por Macri.
  • Rosenkrantz, juez de la Corte, fue designado por Macri.

No es isible en ninguna parte del mundo que alguien decente pueda sostener que este juicio es válido.

Lo que viene ahora es el escarnio. Un odio al que nunca pudieron ponerle freno y que acicatea la morbosidad, más que nada de los serviles de Magnetto. Identificar al monstruo está bien, es importante.

Pero darle herramientas para que priorice la puerta rota de TN por encima del escándalo judicial que sostiene, es un error. Si se demuestra que hubo gente de la política —por más indignados que estén con Magnetto—, deben evitar jugar para él, para su victimización.

El bombardeo sobre Plaza de Mayo quedó impune y la derecha logró que se hablara de las iglesias atacadas. El bombardeo sobre Cristina Kirchner no debe taparse con errores propios.

Al monstruo hay que cantarle, hay que señalarlo desde la plaza del pueblo. No es bueno pasar por la calle Tacuarí; se hace tentador el insulto, y allí no es. Hay carteles, hay marchas, hay fotos y voces que nombran al monstruo. Esa fiera enjaulada en los límites de los pocos lugares que puede habitar.

No hay palco, ni balcón, ni bar, ni calle para un hombre así. Los políticos pueden tenerle miedo a pronunciar el nombre. Lo provoca el hecho de decirlo. Haga la prueba: diga en voz alta ese apellido y verá cómo suena.

A la violencia de ese tipo —ahora encacicado en acorralar a CFK en la peor de las humillaciones— hay que responderle con la música, el humor y la constancia. No tirándole una puerta abajo. No es bueno hacerse daño a sí mismos.

Si fueron capaces de esconder el bombardeo a Plaza de Mayo, si fueron capaces de resucitar a Nisman —suicidado— para matarlo de nuevo, pero con CFK como culpable, es porque saben caminar en el barro más chirle. No se metan los que tienen razón en ese barro, porque ahí la pierden.

La estatura política de CFK en la puerta del PJ es la canción que tiene que motivar estar siempre alertas ante este poder brutal que nos hacen lo que nos están haciendo estos días. PEro estos días van a pasar, si se sabe cómo luchar y no se cometen errores.