La sede del encuentro fue la Estación Experimental Barrow por convocatoria de su directora, Natalia Carrasco. Allí arribaron el jefe comunal local y dirigente del Frente Renovador, Pablo Garate, el de San Cayetano y hombre del radicalismo que responde a Maximiliano Abad, Miguel Ángel Gargaglione, Juan Carlos Chalde de Coronel Dorrego que integra el mismo espacio que su par sancayetanense, y Lucía Gómez, intendenta de Adolfo Gonzales Chaves y representante de Evolución en la provincia.
Según relataron los participantes, Carrasco explicó que está en riesgo el 25 por ciento de la planta de trabajadores de la estación integrada que dependen de la Nación. En total, son 53 empleados, donde 34 dependen del INTA y otros 19 que provienen del Ministerio de Desarrollo Agrario bonaerense, el Conicet, y su versión provincial, el CIC. Ocho de los 34 que están ligados al Instituto están en riesgo de perder su fuente laboral.
Más allá de los despidos, los intendentes también apuntaron a la voluntad del equipo del Presidente, entre ellos, el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, de modificar la composición de la conducción directiva del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria que otorgaría una mayoría representativa al Poder Ejecutivo de turno, echando por tierra la autonomía con la que goza al organismo. Además, quitaría de la mesa de decisiones a las universidades, el ala científica y asociaciones privadas del campo.
Esto despertó el rechazo de actores políticos y los propios mismos del instituto, como el caso de los quince presidentes consejos regionales. Todos firmaron una carta en contra de las últimas decisiones de la Nación y tuvieron el acompañamiento de los seis centros de investigación de la entidad.
Entre los intendentes que participaron, Gómez, al frente del municipio de Gonzáles Cháves, advierte a Buenos Aires/12 que “el organismo tiene una política reconocida por todos a lo largo de la historia, tanto por quienes ocuparon lugares desde el Poder Ejecutivo, desde las universidades y también desde el agro, que funciona”. “Los países más desarrollados en educación y tecnología lo lograron por instituciones como el INTA, donde la política institucional está al margen de quien gobierna y tiene su propia lógica institucional”, sostiene.
El tresarroyense Garate señala que “es increíble que después de setenta años se busque politizar un organismo como el INTA, no merece este tratamiento y desde el peronismo, defendemos a los trabajadores del INTA y su labor junto a los productores”.
Consultado por este medio, el ministro de Desarrollo Agrario provincial, Javier Rodríguez, afirma que “lo que hace el Gobierno nacional a manos de Sturzenegger es un cientificidio, es una nueva versión de mandar a los científicos a lavar los platos”.
El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria está compuesto, actualmente, por un Consejo Directivo de diez . Un presidente, un vice y un representante de la Secretaría de Agricultura. También, por cuatro delegados de las entidades rurales que componen la Mesa de Enlace. Finalmente, uno por las facultades de agronomía, uno por las veterinarias, y otro por Aacrea.
En caso de avanzar el cambio que propone Milei, el Consejo quedará compuesto por ocho lugares. El Ejecutivo suma un representante más y pasará a tener un cuarteto, y sólo se mantendrían las sillas de las gremiales del agro: la Sociedad Rural, Federación Agraria, Coninagro y Confederaciones Rurales Argentinas. Tanto las facultades como el ala científica y privada quedarían fuera de la toma de decisiones.
La preocupación en el sector público y privado no es azarosa. Teniendo en cuenta el mensaje del Presidente de la Nación donde se compara como un topo que viene a destruir el Estado desde adentro, el horizonte que perciben los intendentes del interior bonaerense, productores rurales y directivos del INTA, no es prometedor.
“La Chacra de Barrow no solo investiga, genera tecnología adaptada a la realidad de nuestros municipios y transforma realidades locales, por lo que afectar su funcionamiento es poner en riesgo la cadena productiva de toda la región”, coincidieron los intendentes.
Garate asegura que, tanto él como el resto de los jefes comunales presentes en el encuentro, continuarán “visibilizando este tema y ya les hemos pedido a los empleados del sector que acompañen esta visión, porque detrás de su tarea hay enormes desafíos vinculados a la calidad de los alimentos”.
Por su parte, Gómez coincide con el intendente de Tres Arroyos y resalta el rol social que el INTA tiene en las comunidades rurales y que también está en riesgo. “La chacra no solo investiga, a su vez transforma las realidades locales con, por ejemplo, la capacitación a mujeres rurales para potenciar emprendimientos y que se animen a producir”, cuenta.
Para el ministro Rodríguez, el Gobierno nacional está dañando los equipos de investigación a partir de un desfinanciamiento que comenzó tras el arribo de Milei al Ejecutivo. “Hubo un programa de retiros voluntarios, aquellos que se jubilan no tienen reemplazo, pero ahora desarticularon la dirección nacional, ponen en cargos de gerenciamiento a uno de los interventores y van por la modificación del consejo directivo, descuartizando el INTA y afectando sus objetivos”, asegura. “Y atrás de eso un nuevo plan de achique y despidos, para dejar afuera unos 1500 trabajadores”, avisa.
Este escenario que plantea Rodríguez tuvo otra manifestación días atras en General Villegas durante una visita de Axel Kicillof. El director de la Estación Experimental Agropecuaria local, Walter Miranda, entregó una carta al gobernador donde expresó que "la autarquía y el carácter descentralizado del INTA no son privilegios, sino herramientas fundamentales para garantizar su eficiencia y su misión estratégica en el largo plazo".
El funcionario, cuya injerencia abarca a 13 municipios del noroeste de la provincia, detalló que en el último año tuvo diez bajas en el personal, lo que pone en riesgo el trabajo que realizan. Aseguró que, sin los becarios y el personal de planta no permanente, líneas de trabajo como napas y predicción de inundaciones, sanidad animal en los territorios y el estudio de sistemas de información geoespacial para el agro de la región, no se podrían llevar a cabo.
Tal como se lee en la web oficial del Gobierno nacional, la Chacra Experimental Integrada Barrow tiene un área de influencia que abarca más de 2 millones de hectáreas, pertenecientes a los distritos de Tres Arroyos, Chaves, San Cayetano y Coronel Dorrego. Está abocada a la investigación de agricultura, ganado bovino y experimentación adaptativa.
Desde la chacra, el INTA desarrolló la primera genética de avena libre de gluten en el país, un avance clave para personas con celiaquía y la industria. En el marco de la articulación público-privado que está impresa en la lógica del organismo, esa avena innovadora forma parte de la línea Aveno de Laboratorios Andrómaco.
Otro de los logros de la estación fue apuntar a la agricultura regenerativa. Este camino lo llevó generar un vínculo técnico con Cervercería y Maltería Quilmes que hoy produce 27 Eazy, la primera cerveza elaborada a gran escala con malta de agricultura regenerativa.
También, no es menor el alcance que tiene en la región el desarrollo de treinta variedades de trigo pan y diez de trigo candeal, todas adaptadas a las condiciones del sudeste bonaerense. Precisamente, Tres Arroyos es uno de los distritos que concentra la mayor cantidad de hectáreas sembradas de trigo en la provincia y donde, no por casualidad, se lleva adelante la Fiesta Provincial del Trigo en el mes de marzo desde hace más de 50 años.
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