Niños racializados que son vistos como sospechosos por defecto, barrios populares que se transforman en zonas de guerra y fuerzas armadas que actúan con total impunidad: los 4 de Guayaquil no son un caso aislado sino un crimen de Estado en el marco de la violencia sistemática que pesa sobre los cuerpos negros y empobrecidos de Ecuador y de toda América Latina. Según explica Fernando Bastías, en el último año se registraron 40 casos de desaparición forzada en su organización y sospechan que existen muchos casos más, en el contexto de excepción en que gobierna Daniel Noboa, que habilita la intervención militar en barrios populares bajo la figura del “conflicto armado interno”, como parte del Plan Fénix. Este domingo Ecuador puede elegir abandonar este proceso, o ratificarlo en las urnas.
Este es un contenido original realizado por nuestra redacción. Sabemos que valorás la información rigurosa, con una mirada que va más allá de los datos y del bombardeo cotidiano.
Hace 38 años Página|12 asumió un compromiso con el periodismo, lo sostiene y cuenta con vos para renovarlo cada día.